LOS OJOS DEL CIEGO
ENTREVISTA A JOSÉ CENDÓN


“Periodismo, para mí, significa informar sobre los acontecimientos más importantes en el ámbito nacional e internacional. ¿Y qué puede haber más importante que el sufrimiento de las personas, sobre todo el de los empobrecidos, el de aquellos que no alcanzan ni siquiera a gobernar sus propias vidas? “


A veces ocurre el milagro, un hombre o una mujer deciden consagrar su vida a un viaje sin retorno, al que se entregan a conciencia, de un modo altruista, valiente, tan osado que ni tan siquiera el espectador lograr mantener la vista durante más de unos segundos sobre el trabajo realizado por éstos, imagen, palabra, documento… testimonio al fin y al cabo. Es el caso de José Cendón estudiante de Económicas, periodismo y cine, antes de dedicarse completamente al fotoperiodismo en lugares como Colombia, Venezuela, Palestina o África
Muchos son los premios que este hombre de mirada contundente y pulso firme ha reunido a lo largo de toda su trayectoria, el World Press Photo, primer premio en Pictures of the Year, mención de honor en el prestigioso Leica Oskar Barnack, seleccionado, también, para la publicación anual American Photography 23, mención de Honor en el concurso estadounidense Best of Photojurnalism, mención de Honor en el China International Press Photo Contest, y, finalmente en 2010 ganador del premio Ortega y Gasset de fotografía otorgado por el diario El País, gracias a un reportaje sobre Somalia publicado en el Magazine de La Vanguardia. Más que un hombre tras la cámara, más que un periodista, quien ofrece sus ojos al ciego.
Sus fotografías han aparecido en medios internacionales como el New York Times, Washington Post, National Geographic, Time, Newsweek, The Guardian, The Sunday Telegraph, Le Monde, Leica World, Courrier International, La Vanguardia o The Atlantic. Su trabajo ha sido objeto de diversas exposiciones individuales y colectivas en diferentes partes del mundo. Entre las más importantes, destacan las exposiciones individuales en el IVAM de Valencia, en la Fundación Mutua Madrileña de Madrid, en Yours Gallery de Polonia o en el Museo de Arte Moderno de Etiopía.
En noviembre de 2008 José Cendón fue secuestrado junto al periodista inglés Colin Freeman, mientras elaboraban un reportaje sobre piratería para el periódico británico The Sunday Telegraph, ambos fueron liberados en enero de 2009. Tras esa experiencia, Cendón escribió un libro titulado "Billete de Ida" (Temas de Hoy) en el que analiza la realidad de Somalia y la piratería. Cendón maneja con habilidad no sólo la imagen sino también la palabra escrita, él mismo defiende y persigue el modo y herramientas más adecuadas para describir o contar una historia.
La palabra compromiso es algo que vemos reflejado en sus fotografías, también en su mirada; por lo tanto, un elemento imprescindible a la hora de ejercer su profesión desde un ángulo difícil, arriesgado, hablamos no sólo de fotografía, sino algo que va más allá de la imagen y quizá del hombre: “Primero habría que hablar de lo que es fotoperiodismo que, para mí, es documentar con imágenes hechos importantes a cualquier nivel. Si me he especializado en documentar conflictos tanto políticos como sociales, es porque no creo que haya nada más importante que las tragedias humanas, especialmente las de los desfavorecidos. Aunque no creo que el fotoperiodismo a día de hoy sirva para cambiar gran cosa, al menos las imágenes y los escritos quedarán ahí, porque si estas tragedias no son documentadas es como si nunca hubieran existido. En la fotografía es donde he encontrado el medio idóneo para expresarme, aunque creo que en muchas ocasiones las imágenes necesitan un pie que las explique para que no se malinterpreten. De todos modos, según la historia que se quiera contar, hay que saber elegir el lenguaje adecuado: en ocasiones funciona mejor el texto o el vídeo. A mí me interesan los tres lenguajes, aunque me haya especializado en uno de ellos“. Un hombre polifacético, pero con las ideas claras, fiel a sí mismo y a cada rostro, imagen, historia que relata.


“Periodismo es documentar la crisis de Kenia y no aguantar más de unos segundos en la morgue, debido al tufo y a los gases que emiten los cadáveres calcinados y muertos a machete. Es entrar y salir de aquella sala, y hacer fotos a ciegas.” José Cendón.



José Cendón es un hombre capaz, no sólo de enfrentarse a la historia, la imagen y el rostro que hay tras la cámara, sino también de buscar el lenguaje perfecto que se amolde al hecho, dolor o situación, para que la narración conserve todo el poder intacto, visual o escrito, que sólo puede alcanzarse si ésta es tratada con la herramienta precisa, con el respeto que toda historia exige. Son muchas las cualidades necesarias para lograr llevar a cabo un reto como éste: “Como cualidades para dedicarse al fotoperiodismo destacaría la curiosidad, el trabajo, la previsión y la sensibilidad u ojo fotográfico. Aunque también son necesarias otras como el sentido común y la capacidad para relacionarse con cualquier tipo de personas.” Quizá la empatía se convierta en vínculo que nos conduce al otro, a una mirada más intensa, a esa cercanía necesaria o imprescindible para acercarse a un ser herido, realidad que en este caso se convierte por desgracia en algo habitual, la frecuencia con la que se reproduce la barbarie es la que nos muestra, y que, seguro, desgarra al hombre que hay detrás del objeto con el que capta el dolor, la injusticia, la impotencia…

“Periodismo es no tolerar que los que manejan el cotarro decidan lo que es importante. Es luchar contra el punto de vista impuesto y la simplificación de la realidad, que decretan los medios. Es indignarse ante la injusticia y molestar al poderoso.” José Cendón.


Cendón es un narrador nato, algo que se intuye en esos ojos inquietos, podemos sentir la búsqueda, la habilidad para captar lo definitivo en algo apenas cotidiano, casual, el alma de las cosas: “La fotografía es una forma de contar historias y a mí las que me interesan son las de las personas que sufren, normalmente por culpa de los poderosos. No creo que exista "una verdad" y por tanto, tampoco creo en la objetividad. Desde el momento en que decido lo que entra en el encuadre y lo que no, esa pretendida objetividad desaparece. Además, casi siempre me posiciono tanto personalmente como profesionalmente. Tengo unas ideas políticas que intento reflejar en mi fotografías o en el libro que escribí. Pero al menos intento ser honesto en mi trabajo” Honestidad y compromiso podrían definir al hombre y su obra, en este caso. Una sinceridad cuyo desgarro siente el espectador al contemplar sus fotos. Un trabajo relacionado con lugares y situaciones límite, donde otros prefieren no entrar, alejarse, Cendón decide seguir, sin más, es una decisión automática, sus manos se adelantan al pensamiento, como si la cámara hubiera fijado su mirada justo donde la aparta el resto: “si los periodistas que nos dedicamos a esto no estuviéramos ahí, nadie sabría que estos hechos suceden. Y me parece importante que seamos conscientes del mundo en que vivimos, de las causas y consecuencias de las trágicas historias sobre las que informamos, y de las desigualdades que existen entre los seres humanos por el simple hecho de haber nacido en un lugar diferente.” Volvemos de nuevo al compromiso, sus fotografías golpean porque han de contar una realidad que preferimos no saber, su labor se convierte, así, en la voz de miles de hombres y mujeres muertos en vida. La tortura, masacre, muerte, lágrimas desconocidas, que tan sólo pueden adquirir nombre y rostro a través del objetivo de un testigo entregado a su trabajo, convencido de la importancia de éste y que sabe que en sus manos se deposita la fe, ciega, más ciega que nunca, de seres cuya humanidad ha sido extirpada a dentelladas en algunos casos.

“Periodismo es ser subjetivo pero honesto. Es intentar no deshumanizarme cuando realizo mi trabajo. Es utilizar el cinismo como coraza para no permitir que lo que veo me anule. Y no dejar que mi ego se interponga en mi trabajo. José Cendón


A lo largo de su trayectoria vemos miradas perdidas, rostros rotos, ensangrentados, paisajes extremos, derruidos, la impotencia del dolor extremo, la injusticia, en definitiva. El fotógrafo ha de cargar con todos esos recuerdos, quizá alguno especialmente doloroso o cuyo eco aún pueda escucharse ciertas noches: “No hay una foto en particular, ni un hombre o una mujer. Cada imagen me trae recuerdos diferentes. Pero un trabajo que me marcó fue el que hice en hospitales psiquiátricos en la región de los Grandes Lagos. Para ello tuve que convivir con la congregación cristiana que se encargaba de esos asilos mentales y fue muy interesante e intenso, a nivel personal. Lo que me apasiona de mi trabajo es tener el privilegio de entrar en la vida de cualquier persona que se me ocurra, o al menos intentarlo.” Un hombre que ama su trabajo es un hombre que defiende dicho trabajo y por tanto es un hombre cuya búsqueda se convierte en infinita y necesaria, también para el que se niega a ver toda realidad que golpee de algún modo su acomodada visión del mundo. He aquí un buscador nato, cuyas fotografías así lo demuestran. Su deseo inmediato: “Simplemente seguir contando historias”. Admite que su secuestro “desencadenó algo que estaba a punto de suceder de todos modos: decidí tomarme un largo descanso en mi trabajo sobre la actualidad internacional para centrarme en proyectos más personales”. Pero esto se convirtió sólo en punto de partida, en un nuevo viaje, como escritor, donde rescata su olfato periodístico y demuestra de nuevo, su habilidad como narrador, tanto el lo visual como lo escrito, un libro sobre Somalia (“utilizando como hilo conductor mi secuestro”) titulado "Billete de Ida". Un libro donde Cendón decide retomar su faceta de periodista y explorar otros caminos narrativos “porque para según qué historias hay que utilizar un lenguaje u otro y no había otra forma de contar lo que quería sobre Somalia que no fuera la escritura.” Proyectos actuales: “Ahora mismo, por ejemplo, estoy enfrascado en varios trabajos fotográficos y un posible documental.” Un hombre apasionado es un hombre que demuestra todas y cada una de sus pasiones en cada paso que da al frente.


“Periodismo, para mí, es plantearme la utilidad -o inutilidad- de mi trabajo cada día y el significado del periodismo. Y sentirme como una basura, como un impostor, ganando premios a costa del sufrimiento de otros.” José Cendón.


Un hombre honesto, sincero, incluso consigo mismo. Alguien que golpea al mundo con su cámara, sus imágenes, y que da voz a quien no tiene siquiera derecho a levantar sus rodillas del suelo, y pese a todo, sigue preguntándose por la posible utilidad o inutilidad de esta labor que hace posible que muchos, hoy y ahora, conozcan el rostro de la desesperación y algo en cierto modo, dentro, les muerda, les obligue a mirar de frente todo aquello que no han querido reconocer hasta ahora. Y entonces alguien en algún lugar, reflexione sobre esta foto que grita desde el silencio.


Ana Vega